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¿ChatGPT tiene un lado oscuro?

La revolución de la Inteligencia Artificial (IA) ha alcanzado su máxima expresión con la aparición estelar de ChatGPTun sistema de conversar que trabaja con el modelo de lenguaje GPT-3 desarrollado por la empresa IA abierta. Una herramienta configurada y entrenada con más de 175 millones de parámetros e infinidad de textos con los que realiza tareas relacionadas con el lenguaje: desde traducir hasta redactar un documento.

Este chatbot La IA generativa sofisticada puede entender y hablar con los humanos con bastante precisión, simulando algún tipo de conversación o diálogo real, respondiendo preguntas y realizando tareas de conversación con su comprensión del lenguaje natural y sus capacidades de proyección.

Peligros actuales de la IA

ChatGPT, como el santo grial de la generación de texto que podría reemplazar a los servicios de búsqueda como Google, ha atraído a partes iguales amor y miedo, este último eclipsando la romantización tecnológica a la que ha sido sometido. Pues bien, esta herramienta tiene una serie de peligros y riesgos dentro de tu sistema digital que han sido probados por varias empresas de ciberseguridad. Descubrieron que Esta inteligencia artificial es capaz de generar correos electrónicos con archivos fraudulentos que contienen virus y contaminan o roban datos.

Y es que, más allá de todas las especulaciones o teorías de fondo sobre el impacto de esta herramienta en el trabajo humano, en puestos como la redacción, la atención al cliente o la programación informática, ChatGPT colisiona en el campo de la ciberseguridad a través de ataques cibernéticos dirigidos contra empresas e individuos.

En este sentido, ¿qué tan seguro puede ser el uso de estos sistemas para usuarios o empresas, como espacios virtuales en los que toda la información o datos que proporcionamos se almacenan para siempre? De ahí deriva precisamente la riesgos de seguridad y privacidad que podría implicar tanto la divulgación de toda la información personal recopilada, como la exposición de los usuarios a contenido inapropiado y amenazas de seguridad por parte de los malwarefraude o robo de datos.

En este espectro oscuro de ChatGPT, el creación de robots mal intencionado podría engañar a las personas para que compartan esta información personal o financiera, e incluso atacarlas Suplantación de identidad o ingeniería social, operando a través de perfiles falsos con los que persuadir o compartir datos con los usuarios. Por no hablar de la posibilidad de utilizarlo como medio para infringir la ley o realizar actividades lícitas.

Finalmente, como con cualquier producto tecnológico o herramienta social, los usuarios de ChatGPT pueden volverse adictos a este chatbot revolucionario por este tipo de conexión crónica que termina afectando su vida social y profesional. Porque no es oro todo lo que reluce.

Hildelita Carrera Cedillo

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