El precio medio de la electricidad para los clientes a tarifa regulada conectados al mercado mayorista bajará un 0,96% el sábado respecto al viernes, hasta los 80,88 euros por megavatio hora (MWh).
Por franjas horarias, el precio mínimo, de 48,61 euros/MWh, se dará entre las 16:00 y las 17:00 horas, mientras que el precio máximo se subirá entre las 22:00 y las 23:00 horas, cuando será 111,81 euros/MWh.
En lo que va de junio, el precio medio del «pool» ha promediado algo más de 82,3 euros/MWh, menos de la mitad de los 169,69 euros/MWh del mismo mes del año pasado.
A este precio medio del «pool» se le añadiría la compensación a las empresas gasistas, que deberán abonar los consumidores beneficiarios de la medida, los consumidores de la tarifa regulada (PVPC) o aquellos que, estando en el mercado libre, tengan una tarifa indexada, pero que vuelve a estar a 0 euros/MWh, situación que se repite desde el 27 de febrero.
La denominada «excepción ibérica» se ha prorrogado hasta el 31 de diciembre, tras el acuerdo alcanzado por España y Portugal con la Comisión Europea. Así, se prorroga por siete meses, hasta finales de este año, y no se descarta que pueda extenderse por más tiempo si se prorroga también dicho marco.
En concreto, el acuerdo no solo supone una ampliación de la excepción ibérica que ya se aplicaba, sino que implica ciertos ajustes para adaptarla, como el precio de referencia, que hasta ahora aumentaba cinco euros al mes, y ahora será más suave.
En el contrato inicial, el citado precio de referencia del gas tenía un valor medio de 48,8 euros/MWh: era de 40 euros/MWh durante seis meses, incrementándose a partir de entonces en 5 euros/MWh cada mes. A partir de ahora aumentará 1,1 euros/MWh respecto al pasado mes de abril, para concluir en 65 euros/MWh.
Actualmente, el mecanismo no tiene efecto en los procesos de casación marginal en los mercados mayoristas desde finales de febrero, debido a la caída del precio del gas natural por debajo de los umbrales fijados para su aplicación, pero, en caso de ser necesario, la prórroga lo hará posible mantener un precio razonable, poco dependiente de la evolución del gas natural.