El poder tiene más de cinco letras. Para muchos es un pecado capital, para otros la esencia que hace girar al mundo. Los que tienen el poder, los que tuvieron el poder y los que sueñan con tenerlo hablan en primera persona con Andrés Rodríguezpresidente de SpainMedia y redactor jefe de FORBES España, en ‘ForbesPower’la Pódcast con superpoderes estación de podcastsel primer festival iberoamericano de creación sonora.
El invitado en esta ocasión fue Pedro J. Ramírezfundador de El españolquien comenzó reconociendo que fue espiado por teléfono y «hay documentos que lo prueban».
El periodista habló de política y de los políticos en España, definiendo José María Aznar como un «tímido» que se ha vuelto «salvaje» con el tiempo. «Al principio lo despreciaban, pero como le iba bien las cosas, ese ‘sentido de la distancia’ generó un mito a su alrededor y, probablemente, terminó estrangulándose», explicó.
Seguro José Luis Rodríguez Zapatero dijo que fue la persona que llegó al Gobierno «con una actitud más normal, más que seguir siendo la misma persona» y cree que durante los casi ocho años que el expresidente del Ejecutivo estuvo en Moncloa «se comportó con bastante naturalidad». “Él fue uno de los que marcó el teléfono y se enderezó. Es quizás la persona más exitosa en escapar del llamado «Síndrome de la Moncloa».
poder versus influencia
En comparación con periodistas, aseguró que «no tenemos poder, tenemos influencia, que puede considerarse una especie de poder blando. Según él, lo saludable para una sociedad es que “no se concentre ni el poder ni la influencia, que haya contrapesos al poder institucional”.
Además, señaló que la Las redes sociales juegan un papel “perjudicial”así que «tiene que haber una regulación, lo que significa que básicamente tienes que responsabilizar a las empresas y a las personas por los mensajes que emiten».
“Hay drogas muy interesantes como Twitter. Me enganché mucho al principio, pero me detuve enseguida. Si lo usabas bien, podías ver lo que había “debajo de la espuma”, pero las mismas ganas de querer descubrir muchas cosas te mantienen en la “espuma”.
Por otra parte, cree que en la globalización hay una asignatura pendiente: la gobernanza global, “que tarde o temprano debe terminar siendo ejercido por un gobierno confederal del planeta”, y que un ministro de Economía o un presidente de un gran banco tiene más poder según el tema. “La ministra tiene el Boletín Oficial del Estado (BOE) y lo que dice en blanco y negro es vinculante para todos los ciudadanos. Por su parte, el presidente de la entidad financiera puede decidir cobrar más o menos comisión a sus clientes. Su esfera de poder es mucho más limitada.
Finalmente, dijo que «vivimos en una era de desconcierto y desorientación“.