La ausencia de una unión bancaria plena es un «agujero» en el marco institucional de la Unión Europea que, de cerrarse, habría limitado las tensiones financieras producidas por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y de Credit Suisse, dijo Vice. -El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, durante un acto organizado por IESE Business School.
De Guindos también señaló que aunque los bancos de la eurozona están «capeando el temporal» gracias a su «fuerte capitalización y liquidez», las vulnerabilidades persisten. De hecho, consideró que la propia ausencia de esta unión «es una fuente de inestabilidad para el sector bancario europeo» y un «agujero» en el marco institucional de la UE.
El vicepresidente del BCE afirmó que las consecuencias del contagio de las turbulencias financieras de Estados Unidos y Suiza «habrían sido mucho más tenues» si esta unión ya existiera.
Sin embargo, la exministra de Economía española recordó que la SVB «era un caso extremo» porque era un «tipo de empresa muy concreto con depósitos no cubiertos en un porcentaje muy alto» y que había fracasado al intentar llevar a cabo un capital aumento por «la falta de confianza en el modelo de negocio», que, por otro lado, estaba muy expuesto a la subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
De Guindos consideró que la principal lección es la velocidad con la que se ha producido la fuga de depósitos, hecho que se acentúa con la digitalización del banco, «con clics en su aplicación bancaria», y de las redes sociales, que «son guías para comunicación alternativa e intercambio de información, a veces correcta, a veces no».
Sin embargo, De Guindos señaló que el caso de los bancos europeos es muy diferente, ya que cuentan con una capitalización y liquidez «fuertes» «que los diferencian de sus pares» en el resto del mundo.
“La ratio CET1 (activos de alta calidad) se situó en el 15,3% a finales de 2022, muy por encima de los requisitos mínimos”, ilustró, y añadió que “alrededor de la mitad de sus activos líquidos de alta calidad” están alojados en bancos centrales, ya sea en efectivo o en depósitos.
Sin embargo, incluso si las tasas altas aumentan los ingresos netos por intereses de los bancos, «estas ganancias podrían ser menores a las anticipadas», ya que un endurecimiento de las condiciones de financiamiento reducirá la demanda de crédito, lo que endurecerá la base sobre la cual los bancos pueden beneficiarse.
Además, este entorno de tipos elevados puede exacerbar las «vulnerabilidades de las instituciones financieras no bancarias», que podrían infectar a los bancos de la eurozona debido a la fuerte interconexión entre ellos.
Ante esto, De Guindos alentó a preservar las protecciones de capital, particularmente a la luz de «eventos recientes en otras regiones que han demostrado la importancia de un marco regulatorio adecuado para todo tipo de bancos».
Asimismo, reclamó la «plena implementación» y «sin dilación» de los criterios de Basilea III, la culminación de la unión bancaria y la adopción del sistema europeo de garantía de depósitos, así como la profundización en la integración de los mercados de capitales que «ofrecen ( empresas) fuentes de financiación alternativas o complementarias al crédito bancario».
SITUACIÓN MACROECONÓMICA Y EURO DIGITAL
Por lo demás, De Guindos insistió en que «la inflación subyacente sigue siendo alta y tiene mucha resistencia a la baja», aunque la inflación general se desacelerará y estamos en «un proceso de desinflación». También destacó que el crecimiento económico será «moderado» y «reducido», lo que repercutirá en la solvencia de familias y empresas.
El BCE continuará con su programa de reducción de balance y, a partir de julio, ya no reinvertirá nada del vencimiento de la principal cartera de compras de activos que ha realizado en el pasado.
Respecto al euro digital, De Guindos recordó que «la moneda física no va a desaparecer», y explicó que, hasta ahora, las transacciones digitales se han realizado con medios privados, mientras que con el euro digital, la diferencia será que «el euro forma parte del balance de un banco central, en este caso el Banco Central Europeo, y, por definición, […] no se puede romper».