El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, acusó este lunes a la Junta de Castilla y León de «dañar» la reputación de la alimentación española en el exterior con la flexibilización de las exigencias de control de la tuberculosis bovina e insistió en que esta norma impulsada por el Gobierno de PP y Vox va en contra de la normativa nacional y europea, tal y como han decidido los tribunales.
En una entrevista con TVE, Planas defendió que España es un país «con alimentación de calidad» y una producción agroalimentaria que actúa con «gran responsabilidad» porque la normativa comunitaria se aplica correctamente.
En este contexto, a la ministra le sorprende que el Consejo insista en relajar los controles. «Estamos hablando de las normas de la Organización Internacional de Sanidad Animal», ha recordado, al tiempo que ha subrayado que los criadores son «los primeros afectados por esta llamada flexibilidad, que no es otra cosa que ‘un incumplimiento'».
Así, Planas defendió que el Gobierno había restablecido la «legalidad» en Castilla y León en materia de sanidad animal, señalando que el Tribunal Superior de Justicia de la región había suspendido con cautela la aplicación de la resolución del Consejo que flexibilizaba el movimiento de animales bovinos. También puso feo que el Ministerio de Agricultura, como denunció, presionara a los veterinarios.
“También escuchamos a un asesor hablar de que las autoridades tal vez tienen una visión demasiado rígida de controlar la salud de los humanos, de las personas. Estamos hablando de la posibilidad de una zoonosis”, advirtió Planas, quien pidió seriedad en este asunto.