Portfolio Exchange ya prevé tener nueve emisores cotizados a finales de septiembre y llegar a entre 30 y 40 emisores a finales de 2023, aunque eso depende de la velocidad de los procesos de constitución de estas sociedades, según ha indicado el consejero delegado y cofundador de Portfolio SE, Santiago Navarro, en una entrevista con Europa Press.
El mercado que quiere ser una alternativa a las bolsas tradicionales debutó el pasado mes de febrero con dos SOCIMIs, Round Robin y RAV EN7, que durante estos meses han sido los “conejillos de indias”, ya que se han utilizado para ensayar diversas operaciones como el reparto de dividendos o ampliaciones de capital. “Nos dio tiempo para probar o demostrar que todo funciona”, dice Navarro.
“Estos dos son muy conocidos, institucionales y han despertado el apetito y la confianza de otros. Además, son dos grandes empresas que se tomaron la molestia de que, aunque ya estaban allí y podían afrontar los costes de BME Growth, decidieron cambiar”, añade.
La ambición de Portfolio SE ahora es buscar más volumen, más emisores y más inversores, tarea a la que se dedican este verano. De hecho, estos meses están trabajando en las migraciones de dos SOCIMIs de BME Growth: Elix VRS, por valor de 400 millones, que podría hacer el cambio entre julio y agosto, y P3, por valor de 150 millones, y que está vinculado al fondo soberano de Singapur, que podría hacer el cambio entre finales de agosto y principios de septiembre.
Así, a 30 de septiembre la plataforma prevé contar con aproximadamente nueve vehículos, incluidos los dos primeros lanzados en febrero, y una capitalización de 1.000 millones de euros. Adicionalmente, estima que para este año podría tener entre 30 y 40 transmisores a finales de 2023, aunque eso depende de cuándo comience el proceso de comercialización.
“El ciclo de venta o el tiempo que tarda una Socimi en llegar a nosotros es de 50 días, frente a los cuatro o seis meses del mercado tradicional”, explica Navarro. “Creo que a fin de año podríamos estar en 29. Dependerá de cuándo inicien el proceso si nos quedamos en 29 o llegamos a 40”, agrega.
Más allá de las dos migraciones que se producirán este verano, Portfolio SE tiene otras cinco empresas «online» para empezar a cotizar. Navarro indica que una de ellas es una empresa murciana del sector agrícola, con una valoración de 35 millones de euros, mientras que las otras son socimis con valoraciones entre 60 y 400 millones de euros.
ADAPTARSE AL TRANSMISOR
Navarro dice que la idea de crear un mercado de valores alternativo se originó mientras trabajaba en la firma de abogados inglesa Ashurst, donde trabajaba en mercados de capitales y donde observó que los procesos eran «manuales, muy tradicionales».
Esto coincidió con la aparición de las criptomonedas, hace unos siete u ocho años, que los fundadores de Portfolio aprovecharon para discutir la posibilidad de importar la innovación sumada a estos activos a los mercados bursátiles y permitir un acceso directo, mayor transparencia y menores costos.
A partir de ahí se empezó a trabajar con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde vieron el valor de generar competencia en España en estas plataformas, tanto desde el departamento de mercados, donde se encontraba en ese momento el actual presidente Rodrigo Buenaventura, como entre el subdirector de mercados secundarios, Javier Ruiz, y el subdirector de renta variable, Raúl Navarro.
MÁS ALLÁ DE LOS COSTOS Y EL “FREE FLOAT”
“Lo que queremos buscar sobre todo es flexibilidad, adaptación al plan de negocio de cada emisor y no que el emisor deba adaptar su plan de negocio a lo que le pide la Bolsa”, defiende Navarro.
En este sentido, señala que, por ejemplo, su modelo absorbe 14 intermediarios respecto a los mercados tradicionales y que reduce los costes entre un 60% y un 90% respecto a los mercados tradicionales. De hecho, Navarro señala que el coste anual para cualquier emisor que forme parte de Portfolio SE es de 25.000 euros al año, frente a los 125.000 o 150.000 euros del resto de plataformas.
Cabe señalar que recientemente Bolsas y Mercados Españoles (BME) puso en marcha “BME Scale”, un mercado para pequeñas empresas con una facturación mínima de un millón de euros o una inversión de al menos esta cantidad. En esta plataforma, se elimina el requisito de ‘flotación libre’ para ‘Crecimiento’ y un intermediario, el proveedor de liquidez.
Con ello, la operadora espera reducir los plazos en relación al “crecimiento”, así como reducir en un tercio el coste de cotización en este mercado.
«Pueden lanzar un mercado con un ‘free float’ similar al que ofrecemos, más flexible, pueden intentar reducir los plazos, pero si creen que todo es ‘free float’ y costes, no han entendido nada», dijo Navarro en una entrevista que tuvo lugar antes del anuncio de BME. “Si BME quiere mejorar la Bolsa o mejorar sus procesos, bienvenido sea. Pero hay muchas cosas en la tecnología, el proceso y el servicio al cliente que creo que les dificultan un poco adaptarse”, continúa.
“Lo único que nos interesa es que los inversores sean bien tratados y tengan un producto ‘premium’, y que su rentabilidad no se vea mermada por las comisiones, que los emisores lo vean como un mercado agradable, amable, y que, sobre todo, los emisores que nunca se habían planteado irse por temas de costes o que el proceso les da pereza, ahora se lo puedan plantear”, defiende el consejero delegado de Portfolio SE.
La idea de esta plataforma, cuyos 80 accionistas son ejecutivos, directores de bancos de inversión, despachos de abogados asociados y expertos en diferentes campos, es mejorar gradualmente los procesos y reducir los 50 días de trámite que dura el proceso de cotización. “Lo que necesitábamos mostrar era que el sistema funciona, el modelo es adecuado y puede llamar la atención de emisores e inversores”, dice Navarro.
Además, en el radar de sus objetivos incluye la apertura de productos verticales que no están «bien cubiertos» en España, como fondos de inversión, titulización, que o se han retirado de cotización o se han dirigido a otros mercados europeos. También planean atraer inversores de América Latina que ven riesgos para sus activos y buscan cotizar en Europa.