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S&P mantiene calificación de Bolivia en ‘B’ pese a mantener alerta sobre reservas internacionales

S&P mantuvo la calificación de la deuda soberana de Bolivia en ‘B’, a pesar de estipular una ‘revisión especial con implicaciones negativas’ para las reservas internacionales del país.

En estos, la agencia de calificación encontró que Bolivia está en una «pérdida continua» y están a la baja debido a un saldo de cuenta corriente más débil y continuas salidas de dólares estadounidenses.

Así, el país andino enfrenta un empeoramiento de su perfil externo si no se restablece la confianza “a su debido tiempo”, debilitando aún más su liquidez.

Esta perspectiva negativa podría resolverse en los próximos tres meses, dadas las posibles mejoras en el perfil externo del país. Desde S&P ven factores positivos para afrontar esta situación con el mantenimiento del tipo de cambio con el dólar estadounidense desde 2011, que ha jugado «un papel clave» para preservar la estabilidad económica.

Otros dos temas que preocupan a la calificadora son el nivel del déficit, que se mantendrá por encima del 1,6% del PIB en 2023 por el aumento de las importaciones de combustibles, y la reciente inestabilidad política.

CONSECUENCIAS EN LA ECONOMÍA

También esta semana, Fitch Ratings revisó la calificación crediticia de Bolivia. Sin embargo, en su caso, se hizo una rebaja de ‘B’ a ‘B-‘ debido a la situación «vulnerable» que atraviesa el país por el agotamiento de las reservas.

El ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, se mostró escéptico sobre los recientes cambios de calificación, citando posibles intereses geopolíticos para desestabilizar la economía local.

“No es casualidad que estos temas se discutan en marzo cuando normalmente nos reunimos en septiembre. Entiendo que hay intereses de intervenir en Bolivia por nuestros grandes recursos de litio, una materia prima muy valiosa cuyo precio se ha incrementado en los últimos meses”, dijo.

Hildelita Carrera Cedillo

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