Descubren una red en Argentina que entregaría ilegalmente documentos oficiales a madres rusas

(CNN Español) — La policía federal de Argentina ha desmantelado una red que se cree se dedica a facilitar los trámites para que las mujeres rusas que llegaron embarazadas al país obtengan documentos legales. Según un comunicado de prensa oficial, se trataba de un organismo que ayudaba a facilitar los trámites mediante «maniobras falsas y lucrativas».

Agentes federales allanaron dos domicilios de los presuntos cabecillas del grupo el 9 de febrero, durante el cual se incautaron teléfonos celulares, memorias USB, documentos personales y migratorios, certificados policiales y dinero en efectivo de varios países.

El texto indica que una mujer que acudió a la División Denuncias de Delitos Federales reveló que se estaban realizando maniobras irregulares para el ingreso de ciudadanas rusas al país para dar a luz y acceder a trámites migratorios.

Esta organización criminal supuestamente se contactó con familias rusas de alto poder adquisitivo, quienes pagaron entre $20.000 y $35.000 para ingresar a Argentina y acudir a un hospital previamente designado donde nacieron sus hijos, según las autoridades.

Los menores adquirieron automáticamente la nacionalidad argentina y a través de ellos sus padres tramitaron «documentación apócrifa, trámites y ciudadanía en tiempo récord», según la nota.

El comunicado también señala que todo este proceso tenía como objetivo facilitarles la emigración a otros países de Europa o Estados Unidos, donde les habría resultado más difícil entrar con pasaporte ruso.

Argentina es uno de los pocos países donde actualmente los rusos pueden ingresar sin visa y solicitar la residencia legal, lo que les permitirá convertirse en ciudadanos argentinos después de dos años de residencia.

Por su parte, el pasaporte argentino permite ingresar sin visa a más de 170 países, muchos de los cuales actualmente están cerrados a los rusos debido a las sanciones relacionadas con la guerra en Ucrania.

Contribuyó a este reportaje Agustín Milic