La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) analiza los datos del PIB de 2022, publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con «ciertas reticencias», ya que ese 5,5% «está fuertemente condicionado por un importante ‘carry’ (residual)». -over’ efecto», según se indica en un comunicado de prensa.
La patronal considera que, sin este efecto, el crecimiento de 2022 habría cerrado en el 2,6%, debido a las tasas trimestrales acumuladas entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022.
La CEOE señala que el ritmo de crecimiento de la tasa interanual «también se frena de forma significativa», hasta el 2,7%, frente al 4,8% del tercer trimestre.
Los empresarios observan una «importante contracción» de la demanda interna en el cuarto trimestre, tanto del consumo privado como de la inversión, que refleja «el deterioro de las expectativas de empresas y familias ante el endurecimiento de las condiciones de financiación, la elevada inflación y la perspectiva de un desaceleración de la economía en los próximos trimestres.
Desde el punto de vista del sector exterior, también se redujeron las exportaciones y las importaciones, con mayor acentuación en las últimas, en línea con la evolución de la demanda interna.
La CEOE también destaca el incremento de existencias respecto al trimestre anterior, que podría explicarse «por el efecto cautelar», al acumular determinadas mercancías para hacer frente a posibles dificultades de suministro.
En cuanto a las horas trabajadas, descienden por segundo trimestre consecutivo y se mantienen por debajo de los niveles previos a la crisis.
LOS RIESGOS EN 2023 ESTÁN A LA BAJA
Por su parte, los costes laborales unitarios repuntaron especialmente en el cuarto trimestre. En comparación con la situación anterior a la crisis, los costes laborales unitarios son un 9,7% superiores a los del cuarto trimestre de 2019.
La CEOE recuerda en su nota de prensa que los riesgos para 2023 «siguen siendo a la baja» y advierte que el impacto de la subida de los tipos de interés, la inflación y la situación de las finanzas públicas podría pesar sobre la actividad y el empleo en 2023 .