La cuota solidaria, la cotización por la parte del salario que no cotiza por haberse superado la base máxima de cotización, introducida en la segunda fase de la reforma del sistema de pensiones para mejorar los ingresos de la Seguridad Social, incorporará un elemento adicional de progresividad con tramos según salario, según fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La propuesta inicial acordada entre el Gobierno y los sindicatos preveía iniciar esta cuota en el 1% en 2025, para ir aumentando paulatinamente a razón de 0,25 puntos anuales hasta llegar al 6% en 2045 (5% pagado por la empresa y 1% pagado por el trabajador).
Sin embargo, durante su presentación ante la Comisión de Vigilancia de Toledo en el Congreso en la tarde de este miércoles, el diputado Pdecat Genís Boadella propuso introducir este elemento adicional de progresividad por bandas salariales, que el Gobierno aceptó y que figurará en el texto publicado en el Boletín Oficial del Estado. (BOE).
Así, no se aplicará de la misma forma a todos los salarios, sino que dependerá de la parte del salario que quede por encima de esta base máxima.
Así, a partir de 2025 se aplicará una cuota solidaria del 0,92% a los salarios que van desde la base máxima hasta un 10% superior. El siguiente tramo, que pasará del 10,1% de la base imponible máxima al 50%, tendrá una cuota solidaria del 1%. Finalmente, el tramo salarial cuya base máxima sea superior al 50% tendrá una cuota del 1,17%, según fuentes ministeriales.
En 2045, cuando la cuota esté totalmente desplegada, el primer tramo tendrá una cuota del 5,5%, se aplicará una tasa del 6% al segundo tramo y del 7% al tercero.
El Gobierno considera que con la introducción de estos tres apartados se ha conseguido una cierta progresividad, para gravar más los salarios que se encuentran más alejados de la base máxima de cotización.
Fuentes de la Seguridad Social han aclarado que esta cuota no se aplicará a los autónomos, sino únicamente a los trabajadores en alta en el Régimen General.
Desde el Ministerio que dirige José Luis Escrivá explican que los autónomos estarán exentos de la cuota solidaria, ya que se les aplica desde este año el nuevo régimen especial de autónomos (RETA) por rentas reales, que tiene un periodo de transición de nueve años, hasta 2032, por lo que el Gobierno consideró demasiado precipitado integrar la cuota solidaria sin saber cómo evolucionaría el nuevo RETA y prefirió evitarlo por cautela.
MEJORA DE INGRESOS
Con esta reforma, el Gobierno pretende mejorar los ingresos de la Seguridad Social a través de tres vías: la citada cuota solidaria, un refuerzo del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y un incremento de las bases máximas de cotización.
El objetivo es proteger el sistema durante los años más difíciles, la década de 1940, cuando se retirará la generación del «baby boom».
A finales de esta década, el ministerio calcula que la cuota solidaria tendrá una aportación al PIB de poco más de 1 décima, mientras que la del incremento de las bases máximas se estima entre 4 o 5 décimas. En el caso del MEI, el cálculo de la contribución al PIB será otra décima.
Fuentes de la Seguridad Social admiten que estas proyecciones, y la propia reforma, fueron posibles gracias a la reforma laboral, que esperan elimine las cifras de desempleo de dos dígitos y mejore los salarios de los trabajadores.