Metavers: el deseo de hacer preguntas

Un fantasma acecha al mundo corporativo: el fantasma de metaverso. Una nebulosa que ha estado flotando en la atmósfera desde el anuncio del lanzamiento de Metaplataformasaprovechar las conversaciones y los titulares.

Y aunque hoy el Metaverso es más un horizonte que una realidad, la urgencia por buscar nuevas vías de crecimiento empresarial ha llevado a muchos a embarcarse en decisiones guiadas por ese extraño consejero de la novedad. Pero la cuestión es lo suficientemente compleja como para que ahora sea urgente hacer preguntas que nos ayuden a comprender y enfocar este horizonte.

Una pregunta necesaria es ¿cuál es la razón de la existencia del metaverso?

La idea de que se trata de dar respuesta a las necesidades y demandas de las personas parece bastante ingenuo, e ignora una pregunta: ¿y si, dados los límites que el clima, la economía y la legislación impondrán a la producción y al consumo, la utilidad real del Metaverso fuera permitir que las empresas pudieran seguir ofreciendo productos y servicios? Proporcionar un nuevo espacio que elimine los límites impuestos por la realidad, permitiendo un nuevo crecimiento ligado a la creación de nuevas necesidades.

También vale la pena considerar cuánto tiempo dedicaremos al Metaverso.

A la edad de multitarea y atención dispersa, ¿con qué competirá el metaverso en términos de tiempo? ¿Reemplazará lo que ahora gastamos en Internet y Redes Sociales? Difícil que una experiencia tan inmersiva conviva simultáneamente con lo que ocurre fuera de ella, como las Redes Sociales, ¿aprovecha el tiempo que dedicamos a la socialización física? ¿O será el último intento de hacer productivo el tiempo que pasamos durmiendo? De cualquier manera, no está claro cómo lo encajaremos en nuestras ocupadas vidas.

Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo