Prada reportó un beneficio neto de 465 millones de euros para el conjunto de 2022, lo que supone una mejora del 58,2% frente a los beneficios de 294 millones de euros de 2021, según informa la compañía de moda italiana.
En cuanto a los ingresos, estos ascienden a 4.201 millones de euros, y suponen un aumento del 24,8% respecto al volumen de negocio de 3.366 millones de euros del año anterior. De ellos, 3.737 millones de euros (89%) proceden de ventas minoristas, 388 millones de euros (9,2%) de mayoristas y 76 millones de euros (1,8%) de regalías.
El 33% de los ingresos de Prada provino de Asia-Pacífico, el 31,8% de Europa, el 20,9% se generó en los mercados de EE. UU., el 9,9% en Japón y el 4,5% restante en Medio Oriente.
En 2022, según la compañía, el impacto de la política «Covid cero» y los bloqueos afectaron los ingresos en Asia-Pacífico, que apenas experimentó un crecimiento de los ingresos. Estos incidentes fueron compensados por el buen desempeño de los mercados de Corea y el sur de Asia. El resto de zonas registró crecimientos de dos dígitos.
Los productos de cuero aportaron a la empresa el 49,8% de sus ingresos, la prêt-à-porter el 29%, los zapatos el 18,5% y otros bienes el 2,6%.
Por su parte, los costes de producción, ventas, publicidad, generales, administrativos, diseño y desarrollo se encarecieron en 3.355 millones de euros, un 17,1% más.
“En 2023, esperamos que los ingresos continúen creciendo con fuerza y por encima del promedio del mercado. China vuelve a ser el motor del crecimiento, aunque en un escenario tan volátil nos mantendremos atentos y cautelosos a la hora de asignar capital y evaluar costes”, afirmó Andrea Guerra, CEO de Prada.
Finalmente, el consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas del próximo 17 de abril una distribución de dividendos de 0,11 euros por acción.