(CNN Español) — El nombre de Fernando Báez Sosa resuena con fuerza en Argentina casi tres años después de que el joven de 18 años, de una humilde familia inmigrante y estudiante de derecho, fuera brutalmente asesinado a golpes por un grupo de jugadores de rugby afuera de un balón en Villa Gesell.

Este lunes 6 de febrero se espera el veredicto en el juicio contra los ocho imputados por el asesinato, quienes tienen entre 21 y 23 años y se encuentran en prisión preventiva desde 2020, año de la muerte de Báez Sosa.

Un joven ‘juguetón, solidario y cariñoso’ con ‘muchos amigos’

Desde el homicidio a puñetazos y patadas ocurrido en el balneario de Villa Gesell, ubicado a 380 km de Buenos Aires, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, no han dejado de pedir justicia. Y, en su búsqueda incansable, este matrimonio paraguayo lo recordó como un hijo cercano, que los enorgullecía y que disfrutó de su adolescencia mientras avanzaba en sus estudios.

“Fer era muy travieso, solidario y cariñoso. Era muy tímido pero aún tenía muchos amigos. Me enorgullecía cuando iba a la escuela y una mamá me decía lo bueno que era, buena persona y educado”, Graciela Sosa recordó en declaraciones a Télam en octubre de 2020, cuando pasó su primer Día de la Madre sin su hijo. “Fernando era todo para mí, mi vida, mi pareja, mi maestro, me enseñaba cosas”, explicó entonces.

Más recientemente, en el segundo aniversario de su muerte el 18 de enero de 2022, su padre lo recordó como un «chico excelente». “Le encantaba Villa Gesell, le encantaba venir a ver el mar, pasarla bien con sus amigos”, dijo, en un acto en la estación donde un coro de manifestantes pidió “justicia”, según el Télam. relación.

Silvino Báez (izquierda) y Graciela Sosa (derecha), padres de Fernando Báez, de 18 años, se manifiestan frente al edificio del Congreso en Buenos Aires el 18 de febrero de 2020 exigiendo justicia un mes después de su asesinato. (Crédito: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images)

«Un luchador»

Los llamados a la justicia tras la muerte del joven traspasaron las fronteras argentinas: en enero de 2020, su familia en Paraguay también se reunió frente a la embajada argentina en el país vecino para exigir el juicio de los presuntos asesinos. En ese momento, Vicente Palacios, familiar de Fernando, dijo a la televisión ABC que era “un chico con futuro, luchador, estudioso”. «Su futuro se ha visto truncado», dijo.

Fernando Báez Sosa había asistido al Colegio Marianista, en Caballito, otra de las instituciones que hizo reiterados llamados a la justicia. Allí estaba becado, según el testimonio de su pariente paraguayo.

Fernando “era un buen chico (chico), era un pibe que tenía amigos en todas las clases”, recordó a un año de su muerte uno de los profesores del colegio católico al que asistía, Sergio González, en declaraciones a Clarín. «Tuvimos la suerte de poder experimentar su felicidad. La felicidad de estar aquí. La felicidad que transmitió a los demás por ser tan buen amigo de sus amigos y también su apoyo. Fernando era un tipo que se preocupaba por los demás y eso es cuando me di cuenta», dijo.

Varias personas sostienen carteles con el retrato de Fernando Báez Sosa durante una protesta frente al edificio del Congreso en Buenos Aires el 18 de febrero de 2020. (Foto de Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images)

Varias personas sostienen carteles con el retrato de Fernando Báez Sosa durante una protesta frente al edificio del Congreso en Buenos Aires el 18 de febrero de 2020. (Foto de Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images)

El «compañero de aventuras» de Juliette

Fernando Báez Sosa estaba en una relación con Julieta Rossi, quien, luego de la muerte del joven en un baile donde ella también estaba presente, habló con el medio argentino Infobae sobre su relación.

Él era «mi compañero de aventuras, porque hacía todo con él», dijo entonces, recordando una vida en común que incluyó desde cantar karaoke hasta una lección de tango, y obsequios que iban desde panqueques por su cumpleaños hasta una «pulsera de la distancia». simbolizar su unión.

En marzo de 2020, cuando la adolescente tendría 19 años, la joven publicó un conmovedor mensaje en sus redes sociales en el que señaló con dureza a los acusados ​​del asesinato. Este grupo de jóvenes «decidieron que no vas a poder tener un futuro, tu carrera de derecho, han decidido que no vas a poder casarte, tener hijos, viajar, tener nietos, en gran Viva la vida», escribió. «Hoy no se puede festejar nada, porque se robaron la ocasión de todo», agregó, según el informe Télam.

Fernando y Julieta, según artículos de prensa y declaraciones de la joven a medios locales, se habían conocido en la escuela, aunque no estaban en la misma clase. Al momento de la muerte del joven, tenían una relación de poco menos de un año. Con información de Ángela Reyes, Iván Pérez Sarmenti, Hugo Manu Correa y Emilia Delfino

Denis Granados Martínez
Denis Granados Martínez

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