Un año con palo – Forbes España
Guille Viglione tiene razón cuando dice que no somos los mismos despues de la pandemia. Podemos equivocarnos, fingiendo que todo sigue igual, pero la realidad es que todos estamos un poco más desgastados después de más de dos años rodando entre mascarillas y mensajes trillados. Tiene razón también cuando desliza que días como los vividos en este club creativo El 2022 nos acerca un poco más a esta fraternidad que, al menos a mí, aún extraño un poco. Es un espejismo o no, volver a ver el Kursaal completo en los Premios Nacionales de Creatividad o las calles del Casco Viejo de San Sebastián con jóvenes creativos con varias cervezas de más, entre otras cosas, se siente un poco más como lo que nos alegra a todos. Sólo por eso merece la pena peregrinar a San Sebastián todos los años.
Si recuerdo algo de lo que pasó, es un nombre: cáscara mojada. El homenaje recibido por el eterno director general del festival es de los que marcan los ánimos. Pocas veces he visto gente aplaudiendo tan convencida y emocionada. No es para menos. Y no en vano el festival trascendió los códigos canónicos de un homenaje y, con la genial Belén Coca a la cabeza, cantó el «Nada de esto fue un error» de Coti pero afinado para Concha. Momento mágico que precedió en pocas palabras a la celebración que hizo valer la profesión de creador. Incluso el mejor presentador que pudo tener el festival, David Broncano, se entregó a los muchos años al frente del Creative Club, arrodillados y besándose las manos incluidos. Por todo ello, Adrián Mediavilla ha creado tendencia con una camiseta dedicada a Concha que, de haber estado a la venta al estilo Primavera Sound, hubiera sido todo un éxito.
Hubo otros grandes momentos. El Niño de Elche fue una de las mejores actuaciones que he visto en un festival publicitario.. Honesto y sincero, a la altura de la ocasión, dejándonos boquiabiertos a todos; casándose también a las mil maravillas con el espontáneo David Broncano. Solo él puede dirigir el festival durante tres horas con tanta facilidad, solo él puede darle al festival la puntuación exacta. Como también pudo hacer Ricardo Llavador en su discurso del viernes. Su manera de caricaturizar el mundo de la publicidad fue todo lo precisa que debía ser. Pulgares hacia arriba
El gran premio fue para «Invaluable Food», de Leo Burnett, la campaña de Madrid Fusión con la que consiguieron movilizar a Robert de Niro. También, de paso, a Martín Berasategi, que les acompañó con su club en el escenario en una grata sorpresa. Me encanta la honestidad, la frescura, la alegría y la inocencia que destila el campo, algo necesario en una época en la que podemos ser tan trascendentales. Me alegro especialmente por creativos como Juan Frías, Dani Saenz y Gastón Guetmonovich, un líder silencioso con un gran corazón y una cabeza privilegiada que merece todo reconocimiento. Ganó una gran campaña en un año quizás menos previsible y abundante que otros, pero en el que hubo material notable. Oriol Villar, leyenda de la publicidad española, fue uno de los grandes triunfadores de la velada con sus premios a Voll Damm y Pikolín, claros ejemplos de que se pueden conseguir grandes cosas hablando de producto o de emociones, o de dos a la vez. Lo importante son las buenas ideas.
Esta columna podría ser demasiado aburrida si analizara todo el anuario, pero hay algunas obras premiadas que me gustaría destacar. «What’s Done Is Done», de Jesús Revuelta y Mono Madrid para Wallapop, que fue Oro en Estrategia, es una de esas plataformas de marcas que dan envidia; “Bihar”, de LLYC para la Fundación BBK, nos hizo pensar a todos; “Una Amistad Improbable”, de Carmelo & Willy para Amazon Prime, es entrañable; La jugada de TBWA para la Cruz Roja fue conmovedora; Es un placer ver a nuestras agencias trabajando en contenido global como Wunderman & Thompson para Heinz; Y si bien es feo hablar de algo en lo que estás involucrado, «Copypaste» de PS21 para KFC trajo una frescura muy necesaria.
Salimos de un año histórico, con «Lola», de Ogilvy, llevándose la palma frente a otros casos sensacionales, como el admirable Sioux meet Cyranos para Bankinter o el “Unboxing” de FCB&FiRe. Ha sido un año con un papel muy repartido. Un año muy diferente, como advirtió Guille Viglione. Un año que será recordado como el de Concha Wert y Madrid Fusión. En definitiva, un año con palo.
Feliz lunes y buena semana.